PERSPECTIVA Y RETOS
DE LA INDUSTRIA MARÍTIMA POST COVID-19
El advenimiento de la COVID-19 suscito un cambio drástico en la sociedad, la cual se encontraba en un frenesí del mercado globalizado, ampliación del espectro turístico y una sociedad liquida de consumo, todo se conjugaba en la mejor demostración del capitalismo como lo conocíamos; Con la llegada de esta pandemia, todo tendrá que replantearse debido a que estamos experimentado algo nuevo para la humanidad sin referente alguno; a lo largo de la historia se han superado diferentes crisis de orden natural, económica y armamentista, estos acontecimientos han caracterizado como especie la constante evolución. Nuestra realidad del confinamiento global, sin importar las latitudes, nos genera reconcomios de desaliento, preocupación, desasosiego, angustia y frustración. Sin embargo, considero que, nuestra generación no había sido puesto a prueba. Como generación estamos experimentando un “merger” sin antecedentes, la cual se conjuga por una fusión de crisis sanitaria, laboral, social, económica, productiva y si esto le añadimos los apuros del mercado petrolero (baja demanda, precio, almacenamiento, etc.), lo que conllevaría a “una reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos primarios, la intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, una menor demanda de servicios turísticos y una reducción de las remesas” 1 Al mismo tiempo, la industria en estos eventos adversos se está generando recomposiciones de las rutas del comercio de transporte de mercancías y de pasajeros, lo cual conllevara a realizar reajustes en toda la cadena que conocemos como economía azul y en los desempeños en las líneas marítimas, todo estos afectaran la fiabilidad de sus servicios, recientemente se anunció que las acciones de las navieras pierden hasta un 30% de su valor en el primer trimestre del presente año y se espera una contracción del mercado de transporte de mercancías entre un 20% y 25%. Como sociedad post COVID-19 estamos afrontando el primer gran desafío y nos corresponde conseguir que éste nos impulse a producir lo mejor de nosotros y por tanto el conocido refrán “todo tiempo pasado fue mejor” toma mayor relevancia debido a que el futuro que nos espera será diferente a como lo ideábamos.
En consecuencia, es ineludible volver a replantearse la interpelación del articulo ¿estamos en el futuro de la industria marítima? 2, debido a que el nuevo coronavirus (Covid-19) ha impregnado huella sobre todos los sucesos como ningún otro acontecimiento en la historia. La industria marítima no es la excepción y la resiliencia a las nuevas condiciones para el comercio internacional y la cadena logística ha tomado un viraje en el nuevo horizonte, en el cual debemos apartarnos a medida que el virus lo permita, es decir debemos convivir con esté. Si bien el comercio se ha visto afectado debido a que el intercambio comercial es una via reciproca, por la misma dinámica de la oferta y demanda de productos y servicios, a consecuencia de las crisis esta demanda disminuyo y gradualmente se iría restableciendo, ¿pero hasta qué punto todo volverá a ser igual? Considero que debemos enfocarnos en los nuevos lineamientos que están cambiando la forma de interactuar en la sociedad, comercio y el medio ambiente, que estén enmarcados en la cuarta revolución industrial, la cual debe ser marcada por la afinidad de tecnologías digitales, físicas, biológicas y ambientales, enfocados en avanzar en una reconversión sostenible en la industria marítima y portuaria, con sistema de información portuaria en avanzada, para ello como lo expresa Peter de Lange: “Los puertos evolucionarán desde hubs a ecosistemas industriales y logísticos”.
Si bien antes de la pandemia utilizábamos herramientas tecnológicas para poder hacer networking, tomo tal relevancia que llego para quedarse, el uso de estas herramientas que casi el 90 % de las ventas remotas se han reasentado a videoconferencia (VC)/teléfono/web, según un estudio de McKinsey & Company que adelanto una encuesta de negocios a empresas de B2B, en once países en siete diferentes sectores y en catorce categorías de gastos, evidenciando que este tipo de empresas consideran que las interacciones en el plano digital son dos o tres veces más importantes para sus clientes que las interacciones en ventas tradicionales y sus líderes de ventas en promedio califican a los canales digitales aproximadamente dos veces más importantes que antes; Es por ello que el futuro que avizoramos cercano, ya es una realidad donde el e-commerce toma fuerza y los negocios deben ajustarse sus modelos a los nuevos retos.